La Danza Primal, parte del modelo Interacciones Primordiales creado por el psicólogo y coach transpersonal Daniel Taroppio, fusiona tradiciones orientales con la psicología occidental moderna. Este enfoque reconoce y equilibra la dualidad entre lo femenino (trama integradora) y lo masculino (movimiento diferenciador) presentes en todas las personas y en el universo.

Esta técnica facilita la recuperación de movimientos naturales perdidos durante procesos disfuncionales de socialización. A través de música evocativa y ejercicios individuales o grupales, se provocan movimientos arquetípicos o “primales” en los 7 núcleos energéticos del cuerpo (chakras), con el objetivo de restablecer la espontaneidad natural y, en consecuencia, el equilibrio y potencial de las capacidades humanas básicas.

La Danza Primal no se centra en controlar los movimientos, aprender coreografías o seguir ritmos; más bien, busca recordar nuestra esencia, lo que somos y nunca hemos perdido. En este proceso, no danzamos el cuerpo, sino que el cuerpo nos danza a nosotros.